Historias de la vida e internet (edit)

Chatear
Ayer chateé con una amiga, ex compañera de facultad, a la que encontré usando feisbuk. Impresionante. Era la PRIMERA charla en internet que tenía ella. Escribió su primer emoticono, 25 años después de que lo hayan inventado... Esto de hablar casi siempre con interneter@s tiene estas cosas.
Aunque vamos, mi santa tiene una compañera que te dice que mejor la llames, que no le mandes emails, que eso no lo usa.


Email y l@s grandes en internet y en la vida real.
Los emails me están resultando una vía curiosa de descubrir el estilo de la gente. Descubres que la gente es grande en la vida real porque lo son generos@s a todos los niveles. Normalmente cuando quiero saber de algo me gusta escribir a los especialistas de eso. O comentarles cosas que me parecen interesantes. O a veces hacerles una pregunta que me intriga.
Y le he preguntado cosas a Cunning Minx, a la que puedes ver en feisbook leyendo 300 mails en una tarde (según se puede ver en su status). Y si le preguntas algo, lo busca, te lo escribe... una santa.
Y a El Roto. Y a Juan Torres. Y a Seth Godin. Impresionantemente, tod@s contestan.
No he hecho la prueba con Naomi Klein, Arundhati Roy o Susan George, otras a las que admiro, pero me da a mi que el resultado sería similar. Pero me da cosa, me parecen de otra galaxia...

Y de es@s aprendo. E intento contestar todos los emails que llegan. La generosidad es algo muy potente. Y gratificante. Mucho.


Esto me recuerda a lo que descubrimos mi prima y yo cuando nos conocimos. Era un evento relacionado con cine. A Henning Bensten (trabajó con Dreyer, o Trier, por ejemplo) le pedimos que nos diese una charla improvisada sobre lo que quisiera. Sin que estuviese preparado, a la salida de otra charla. Así, sin aviso previo. Y allí se bajó, allí tuvo una paciencia enorme para contarnos mil cosas, dándole igual unos mariachi que estaban montando un lío insoportable. Estaban ensayando para una celebración de la revista Metrópoli que se celebraba poco después.

Conocimos al vicepresidente de los directores de fotografía de Hollywood. Accesible el hombre. Completamente normal. A Ettore Scola (director de fotografía de Fellini) (¿era él, navaja?) estuvo por allí, con una paciencia infinita a que le preparasen la mesa para dar una charla. Con una generosidad inmensa.

Bueno, pues no os quiero contar los aires que llevaban, lo pretenciosos que eran, lo engreídos y maleducados (todos hombres, por cierto) que resultaban ser muchos de los directores de fotografía españoles. Yo siempre haciendo amigos. Pero es que era así.

La importancia de un@ mism@ medido únicamente por la importancia que se da un@ mism@. Un camino resbaladizo. Algo que suele pasar en España por cierto... se le va la cabeza a la gente con lo importantes que son... hasta que llegan a la frontera. A partir de ahí no les conoce ni dios. Por algo será.