Primera vez de June en una fiesta con sexo en público (1)

Esto igual te puede dar algo de inspiración para cuando vayas a alguna fiesta en la que haya sexo en público por primera vez... De cosas que pueden pasar, de cómo te puedes sentir. Las sensaciones yo creo que no serán tan distintas, independientemente de tu género. La inseguridad, la vergüenza, la primera vez... es algo por lo que todxs pasamos.

"June nunca había estado en una "play party" antes.  
Eso es obviamente lo que llaman a las orgías en California, pensó. Bueno, al menos es una orgía lésbica. ¿Cómo demonios —se preguntaba— he terminado siento la invitada de honor de una orgía? Realmente, sí sabía cómo ocurrió. Ella estaba visitando a su querida amiga Flash en San Francisco, y Flash anunció que podía disponer de la casa de campo durante el fin de semana, y que quería hacer una fiesta y presentar June a sus amigas. Sonaba divertido, pensó June... y entonces Flash empezó a hablar de hacer una fiesta de chicas para celebrar la llegada de la primavera colocando colchones y provisiones para sexo seguro en medio del salón. June había discutido y, al principio, rehusado asistir. Pero Flash la convenció, señalando que ella no tenía por qué tener sexo con nadie si no quería. June finalmente accedió, añadiendo que si no lo podía aguantar se daría una caminata hasta el café del barrio con un libro. Así que Flash arregló la casa para dedicarla al placer, y June se escondió en la cocina preparando salsas, una función en la fiesta que por lo menos entendía.

Según empezaron a llegar las invitadas, June empezó a preguntarse si sería capaz de quedarse en el evento. Le presentaron un desfile de las lesbianas más escandalosas que hubiera visto nunca, femmes y butches, como pájaros con su plumaje brillante, luciendo prendas diseñadas para mostrar una buena cantidad de tatuajes, con joyas brillando aquí y allí colocadas en partes del cuerpo sobre las que June no quería pensar. ¡Y eran todas tan jóvenes! June sintió todo el peso de sus cuarenta y ocho años.

Pensó que no puedes hacerlo muy mal si eres educada, así que dió los mismos hola-que-tal que daría en cualquier otro sitio, preguntándose cómo respondería si una de estas entusiastas orgiastas realmente le contase qué tal lo había hecho. Al fin llegó una pareja de mujeres de una imperturbable mediana edad. Una de ellas, Carol, era para June el vivo retrato de su tía abuela Mary, si es que la tía abuela Mary hubiese alguna vez elegido vestirse con el modelo completo de butch incluido botas y sombrero de vaquero. June se sintió relajada de haber encontrado una mujer con la que podría sentirse identificada. Carol entonces sonrió con una sonrisa deslumbrante y declaró que quería meter su mano en el coño de June. June, tragándose su asombro pero resuelta y educada, dijo que no sentía preparada del todo para eso, y Carol le contestó con alegría: “Muy bien entonces, volveré a ver cómo estás más tarde”. Diosas del Olimpo, pensó June, no hay escapatoria. June sabía sobre fisting, había aprendido a hacerlos con una amante a la que le gustaba, sabía que era seguro cuando se hacía correctamente; pero parecía una manera un poco rara de conocer a alguien cuyo nombre acabas de saberlo hace media hora.

Luego entró Lottie, de una edad similar a June, pero no vestida como ella. Los llameantes rizos rojos, obviamente teñidos, de Lottie hacían resaltar un vestido de raso negro a través del que se podía ver unas largas medias negras, un corsé de cuero negro y una buena cantidad de voluptuosa piel pálida. ¿Cómo es capaz de mantener el equilibrio en esos zapatos? —se preguntó June— mientras Lottie abrazaba, besaba y hablaba en su camino a través de la progresivamente menos vestida masa de participantes en la fiesta. June pudo escuchar como Lottie agradecía a varias mujeres su participación en una orgía anterior hecha para celebrar su cincuenta cumpleaños ¿Estas personas alguna vez se reúnen y no tienen sexo?, se preguntaba June. Se empezaron a amontonar en el suelo enfrente del sofá donde estaba June sentada —montones desordenados de mujeres besuqueándose y toqueteándose, sonriendo y riéndose, Lottie y Carol visiblemente entre ellas. June decidió retirarse a la terraza, donde quizá podría disolver su miedo en un baño caliente.

El jacuzzi estaba más tranquilo, y June pudo charlar con un par de mujeres y se empezó a sentir un poquito más cómoda. Luego reapareció Lottie. Allá se fue el vestido, la medias, los zapatos; June se encontró preguntándose cómo se sentiría si pudiera ver el coño de Lottie e instantáneamente se preguntó si alguien había notado que estaba mirando. Lottie se metió en el agua caliente e inmediatamente le preguntó a June si le frotaría la nuca, porque se sentía un poco tensa. “Por supuesto” se oyó diciendo June “Me encantaría hacerlo”. Oh no, pensó, ¿a qué me he dado permiso?. La piel de Lottie se notaba cálida y sedosa bajo sus dedos, y June la frotó y alivió. June se sintió relajada por el ritmo del masaje y más segura según Lottie hablaba de cosas completamente normales: Su trabajo y el de June, sus filosofías de vida, el budismo de June, el paganismo de Lottie. Al final, la nuca de Lottie se relajó y el jacuzzi empezó a parecer demasiado caliente, y Lottie alegremente sugirió que fueran a averiguar qué estaba pasando dentro. Salió del jacuzzi, se puso sus medias y tacones, y entró como una flecha. Bendita Minerva, pensó June, ¿sería capaz seguirla ahí dentro?. No, decidió firmemente, no puedo. June encontró una mesa en la esquina del patio y decidió admirar las estrellas.

Lottie, mientras, vió que tenía una o dos cosas sobre las que pensar también. En el salón sus amigas estaban divirtiéndose alegremente sobre los sofás, sillones y enfrente de la chimenea, pero Lottie estaba pensando en June. ¿Qué es lo que tiene que me excita tanto?¿Le gusto?¿Jugará conmigo? No parece que esté acostumbrada a las fiestas; ah, bueno, siempre hay una primera vez. ¿Y ahora dónde ha ido esa chica?. "

 Mañana la segunda parte :-)

Fragmento de The Ethical Slut
© Dossie Easton y Janet Hardy
Traducción propia
Imagen LesMedia